Volvimos a los Encuentros

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Micaela Difalcis es Docente del Instituto de Desarrollo Humano, Doctora en el área de lingüística y Delegada de ADIUNGS

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Después de dos años, se terminó la espera. La Ciudad de San Luis se convirtió en el trigésimo quinto escenario del Encuentro. Nos habíamos encontrado, por última vez, en La Plata en 2019. Allí, meses antes de que se desatara la pandemia del COVID-19, nadie podía imaginar que iban a pasar dos años hasta que pudiéramos volver a reunirnos, a discutir(nos), a abrazarnos. Porque, en definitiva, los Encuentros son ese momento de reunión, debates y abrazos que cada fin de semana largo de octubre nos lleva a un rincón diferente de nuestro país.

El Encuentro de San Luis, además de ser el primero luego del aislamiento por la pandemia, ya no fue el Encuentro Nacional de Mujeres, denominación que utilizamos desde el primero en 1986 hasta 2019. Fue el primer Encuentro Plurinacional, llevado a cabo en territorio Huarpe, Comechingón y Ranquel. Y fue el primer Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y no Binares. El cambio de nombre fue producto de intensos debates e incluso produjo la inédita realización de dos Encuentros diferentes (el otro, a realizarse los primeros días de noviembre también en San Luis). Marisa, docente del ICO, reflexionó acerca de la importancia del cambio de Nacional a Plurinacional y dijo: “Este hecho fue enormemente significativo en un momento en el que avanza el cercamiento y la privatización de tierras que pertenecen a los pueblos que las habitan y las cuidan desde antes de la existencia del Estado Nación. El carácter plurinacional de los Encuentros no refiere sólo a que participen mujeres, lesbianas, travestis, trans, intersex y no binaries de otros países, el carácter plurinacional alude a esas otras identidades, modos de vivir, creencias, modos de construir y de gestionar lo común que conviven en un mismo país, en tanto que delimitación geográfica y político administrativa”.

Foto de Albertina González – @alberttgzz

Además, fue, también, el primer Encuentro en el que el aborto legal, seguro y gratuito ya no constituyó un reclamo, ni una consigna. La interrupción voluntaria del embarazo es ley en nuestro país desde diciembre de 2020 después de muchos años de lucha. Una conquista del movimiento feminista en nuestro país que comenzó, como tantas otras cosas, en los Encuentros. Silvia, docente de la escuela secundaria de la UNGS, dijo: “Como movimiento tenemos el desafío de no ‘desinflarnos’ después de la aprobación de la ley de la IVE. Creo que esa lucha nos aglutinaba, y a veces siento, seguramente también efecto de estos años de confinamiento, que nos falta trasladar esa fuerza a otras luchas.”

Año tras año se oye: “Nunca volvés igual de un Encuentro”. No se trata de una frase hecha, no se trata de una pose. Cada experiencia personal es única. Silvia, que participa desde el año 2015, comentó: “Lo que me sigue pareciendo increíble del encuentro son los momentos de intercambio que se dan principalmente en los talleres, pero también en una conversación en la calle o en la plaza. La diversidad de temas en los que nos vamos dando cuenta que tenemos algo para decir, y cómo año a año se suman nuevxs compas.” Silvia participó de dos talleres este año, “La semilla, alimentación y soberanía alimentaria” y “Educación popular, feminismos y transfeminismos plurinacionales”. De entre todas las experiencias vividas en San Luis, Silvia reflexiona acerca de los diferentes intercambios que se sucedieron con los puntanos. Charlando con taxistas, vendedorxs, remiserxs, recogió un discurso común en relación a lo diferente de lo que es el encuentro respecto de lo que esperaban. Muchas veces a partir de lo que se publica en la prensa circulan versiones que nos convierten en “una horda peligrosa de la que había que protegerse (y los varones que no podían/querían salir a la calle)”, también versiones que decían: “Los varones no podían trabajar, empleados a los que les habían dado asueto (sobrecargando a las compañeras que de esta manera no podían participar en ninguna actividad a pesar de que el encuentro se hiciera en su ciudad), y un supuesto protocolo en el que decían que tenían que hablarnos en lenguaje inclusivo”. Si bien a ninguna de nosotras nos sorprende la circulación de información falsa, Silvia comenta que le parece “muy triste pensar que para algunxs, la manera de que los varones no nos violenten sea evitando que nos crucemos”.

Días antes del Encuentro, la gendarmería nacional reprimió a una comunidad mapuche de Villa Mascardi y se llevó detenidas a un grupo de mujeres. Dos de ellas, embarazadas. “Reprimen porque la comunidad mapuche se resiste al avance de la colonización de la vida y la violación de la tierra. Reprimen y se llevan a mujeres, reprimen y se llevan a lactantes, reprimen y se llevan a una mujer mapuche embarazada a punto de parir”, afirmó Marisa. La próxima sede será Bariloche. En el acto de cierre, en el cual, a través del aplausómetro, elegimos la próxima sede, Jujuy fue una de las propuestas. En palabras de Marisa: “Las jujeñas apoyadas por quienes gritan a garganta roja ‘¡Libertad a Milagro Sala!’ llevaron la propuesta de que el 36 Encuentro se realice en Jujuy. Los acontecimientos acontecidos en el Sur, la lucha mapuche, redireccionó el timón. En un acto de hermandad polìtica, Jujuy se bajó para que todes aplaudieran fuerte para encontrarnos en Bariloche en 2023 … se avizoran nuevas territorialidades en defensa de la vida”.